La ortodoncia es un tratamiento dental que busca mejorar la oclusión del paciente corrigiendo las desviaciones dentales y maxilares. Esto supone una mejora tanto estética como funcional en la calidad de vida del paciente al mejorar la mordida y ofrecerle mayor confianza para lucir una sonrisa más bonita.
Aunque la ortodoncia más común se centra en la corrección de las desviaciones de los dientes, también se puede utilizar el tratamiento para llevar a cabo correcciones a nivel maxilar y mandibular en caso de que existan problemas morfológicos que afecten a la mordida del paciente.
Tabla de contenidos
¿Quién puede usar Ortodoncia?
Actualmente muchas personas tienen problemas de maloclusiones o malposiciones dentarias que podrían solucionarse mediante aparatos de ortodoncia.
Tradicionalmente es más común ver las ortodoncias en niños y jóvenes. Pero en los últimos años ha habido un aumento en el número de adultos que utilizan ortodoncias y es muy habitual ver a famosos usando aparatos, generalmente invisible o linguales para conservar su estética lo mejor posible mientras dure el tratamiento. Con los recursos que existen en la actualidad, realmente cualquier persona puede utilizar ortodoncias.
Tipos de tratamiento por edad
Atendiendo a las necesidades del paciente siendo el principal factor la edad, podemos encontrar 3 tipos de tratamientos de ortodoncia:
- Preventivo: (De 3 a 6 años de edad). Es un tratamiento que busca corregir los malos hábitos que puedan desencadenar malformaciones y desalineaciones en los dientes.
- Interceptivo: (De 7 a 11 años de edad). Se centra en la salida de los dientes definitivos una vez perdidos los dientes de leche. El objetivo es evitar que salgan en una mala posición o dirección.
- Correctivo: (De 12 años en adelante). En este punto, los dientes definitivos ya han salido, por lo que es necesario realizar una corrección de su posición.
Generalmente el tratamiento más demandado es el correctivo, cuando se pierden los dientes de leche y salen los dientes definitivos.
¿Qué problemas puede solucionar la Ortodoncia?
Hay muchas dudas entre los pacientes que acuden a las clínicas dentales para solucionar sus problemas. Entre ellas, una de las más comunes es la de saber para qué sirve la ortodoncia, buscando informarse sobre su problema y si se va a poder arreglar mediante este tratamiento.
Para solucionar estas dudas, vamos a explicar qué tipo de problemas puede tratar la ortodoncia:
- Apiñamiento dental: Los dientes apiñados, con desalineaciones, torcidos o que simplemente no se encuentran con la colocación que deberían respecto al resto de los dientes deben tratarse mediante ortodoncia. No solo por el factor estético que afea la dentadura, sino que además pueden provocar problemas diversos como la dificultad para conseguir una buena higiene en ellos con las consecuencias que puede traer eso a modo de caries o enfermedades de las encías. También pueden provocar una mala oclusión dificultando sus funciones de mordida y masticación, además del desgaste desigual de los dientes por estar unos más expuestos que otros al contacto con los alimentos.
- Dientes separados: Esto puede darse por varios motivos, como el tamaño de los dientes, el crecimiento anormal de los huesos mandibulares, la ausencia de dientes o la protrusión lingual. Al dejar un espacio de encía libre pueden sufrirse problemas como periodontitis o gingivitis.
- Sobremordida: Esta complicación consiste en que los dientes superiores solapen en exceso a los dientes inferiores, llegando a cubrirlos prácticamente en su totalidad al cerrar la dentadura. Las consecuencias pueden ir desde el desgaste excesivo de los dientes por el continuo roce hasta problemas de dolores de encías, mandíbula y articulaciones.
- Mordida cruzada: Este caso consiste en la desalineación de los dientes de la arcada superior o inferior, provocando que haya dientes que al morder se encuentren con la parte interior de los dientes de la arcada opuesta. Esta desviación provoca trastornos como dolores en la oclusión, desgaste del esmalte dental o problemas en las encías.
- Protrusión: Este problema radica en que los dientes inferiores sobresalen por delante de los dientes superiores. Este caso puede darse por la falta de desarrollo del hueso maxilar (parte superior) o un excesivo crecimiento del hueso mandibular (parte inferior) aunque también es posible que haya ausencia de dientes o malformaciones en el crecimiento de los mismos. Este problema dificulta el funcionamiento normal de la dentadura y provoca dolores a nivel mandibular y articular debido a las posiciones antinaturales que obliga a realizar.
Todos estos problemas pueden solucionarse mediante ortodoncia, consiguiendo unos resultados muy buenos en la gran mayoría de los casos.
Ahora tu duda puede ser esta: ¿Cómo saber si necesito ortodoncia? Simplemente observa tu dentadura frente al espejo y comprueba si tienes alguno de estos problemas. También puedes guiarte por tu oclusión: ¿Todos tus dientes encajan bien al cerrar la dentadura o tienes alguna molestia? Dicho esto, recuerda que para estar seguro del todo la única solución es acudir al dentista.
Beneficios de la Ortodoncia: ¿Por qué es necesaria?
La dentadura no es sólo un componente estético de nuestro rostro. Es importante que los dientes torcidos, apiñados, montados, desalineados y con cualquier tipo de mala colocación en la línea de la dentadura sean corregidos mediante ortodoncia, ya que dependiendo de la gravedad del caso es posible sufrir algunos inconvenientes y problemas en la vida diaria, algo que se puede solucionar mediante este tratamiento.
A continuación tienes una lista de las 11 consecuencias de no usar ortodoncia cuando se necesita. Y al mismo tiempo, de todo lo que podrías evitar sufrir gracias a ella:
- Dificultad para morder: Si los problemas afectan a los dientes anteriores (los delanteros y más visibles), es posible que el paciente sufra dificultades para morder y cortar alimentos adecuadamente al no encajar los dientes superiores con los inferiores. Esto hará que al paciente le cueste cortar y desgarrar piezas de carne, embutidos, bocadillos, fruta, etc.
- Problemas para masticar: Cuando son los dientes posteriores los afectados (los molares y premolares, más ocultos a la vista) se pueden experimentar problemas de masticación al no encajar correctamente las muelas. La dentadura es la parte inicial del sistema digestivo. Los alimentos deben estar bien masticados antes de tragarlos para facilitar la digestión.
- Sobrecargas musculares: Cuando el paciente sufre problemas de mala oclusión, es frecuente que empiece a realizar malas posiciones en su mandíbula para compensar los desajustes de su dentadura, por ejemplo inclinándola hacia un lado o hacia delante. Al ser mantenidas en el tiempo y realizadas constantemente, estas tensiones asimétricas suelen desembocar en problemas y dolores generalmente por sobrecargas de los músculos mandibulares.
- Dolores de cabeza, cuello, oídos o espalda: Esta tensión muscular de la que hablamos en el punto anterior suele traducirse habitualmente en dolores habitualmente en estas zonas.
- Mayor riesgo de deterioro y fractura: Cuando la línea de la dentadura tiene desajustes entre varios dientes, es muy habitual que unos estén más expuestos que otros al uso, incluso que haya dientes que prácticamente no lleguen a contactar con los alimentos. Esto va a provocar que se desgasten con mayor rapidez al asumir mayores tensiones de las adecuadas si las fuerzas de la mordida se repartiesen entre todos los dientes correctamente en lugar de asumirlas solo unos pocos.
- Bruxismo: Este problema y sus consecuencias pueden aumentar con una dentadura que no ha sido tratada. El bruxismo es la tendencia a apretar y rechinar los dientes en situaciones de estrés y ansiedad. Esto provoca fuertes contracturas mandibulares y dolores de cabeza. Si la dentadura no encaja bien, el paciente podría realizar malos hábitos a la hora de cerrar su mandíbula o intentar encajarla, lo que podría provocar bruxismo o agravarlo aún más en caso de sufrirlo ya.
- Problemas de pronunciación: En el habla intervienen los labios, lengua y dientes. Si los dientes tienen formas extrañas, la fonación puede verse afectada. Así, el paciente puede experimentar dificultades para pronunciar ciertos sonidos y letras.
- Problemas de limpieza: Los dientes mal colocados pueden dificultar mucho la higiene y salud bucal. Provocan que se acumulen restos de comidas y bebidas y se creen sedimentos bacterianos que producen mal aliento y sarro entre otros problemas.
- Mayor riesgo de caries y enfermedades periodontales: Junto con el punto anterior, al no poder realizar una correcta higiene bucal, es más probable sufrir consecuencias como caries en los dientes o enfermedades en las encías como gingivitis o periodontitis.
- Problemas de autoestima: Aunque pueda parecer secundario, el hecho de tener una dentadura que afecta de todas estas maneras al paciente y a su vida diaria además de a su imagen, puede hacer que el propio paciente pierda confianza en sí mismo a la hora de hablar y relacionarse con los demás. Solucionando sus problemas seguramente mejore la imagen de sí mismo y aumentará su autoestima y seguridad.
- Problemas estéticos: Aunque sea el último punto, en realidad suele ser el principal para muchas personas que se deciden a realizar una ortodoncia. Claramente una dentadura con problemas afecta a la imagen del paciente. Y ya no solo en su autoestima, como decíamos en el punto anterior, sino también en la imagen que perciben de él los demás. Una sonrisa bonita sin duda es una gran carta de presentación.
Mediante la ortodoncia se podrían solucionar la gran mayoría de los casos. Así se podrían evitar todas estas complicaciones derivadas de las dentaduras afectadas. Esto supone un auténtico beneficio para tu calidad de vida, ¿No crees?
¿Cómo Saber si Necesito una Ortodoncia?
La primera pista sería comprobar si sufres alguno de los problemas mencionados más arriba. Mirarte en el espejo podría ser un primer paso. Pero lo más importante sería comprobar si consigues cerrar bien la boca y encajar correctamente la dentadura. Si notas algo que no encaja o que duele, es posible que necesites ortodoncia.
Dicho esto, para estar seguro al 100% debes acudir a una clínica dental de confianza y que el dentista te valore.
Ahora veamos algunas situaciones relacionadas con este punto:
- Hay personas que no quieren hacerse ortodoncia y que opinan que no lo necesitan. Aunque el dentista les diga que SÍ la necesitan, ellos prefieren no hacerla.
- También puede ocurrir lo contrario. El dentista dice que el paciente realmente NO necesita una ortodoncia, pero el paciente quiere hacérsela por las razones que sean. Por ejemplo, la obsesión con una sonrisa «perfecta» es una razón bastante habitual.
Por extraño que parezca, estas son situaciones más o menos cotidianas que se suelen ver en las clínicas. De aquí extraemos lo siguiente:
El dentista es el que sabe valorar cuándo es necesario un tratamiento de ortodoncia y cuándo no lo es. Pero el paciente es el que va a tener siempre la palabra final.
¿Cómo se analiza cada caso?
El dentista necesita valorar cada caso recopilando datos sobre el estado de la dentadura del paciente. Así podrá elaborar la estrategia a seguir.
Generalmente se toman moldes de la dentadura para construir réplicas de yeso o escayola de la misma. También se realizan radiografías y fotografías. Con estos datos se elabora la estrategia de actuación y se diseña el aparato de ortodoncia a medida.
En algunas clínicas especializadas en ortodoncia es común utilizar un escáner intraoral. Esto hace el proceso más sencillo y rápido. Básicamente se realiza un escáner de la dentadura del paciente y se envían los datos al laboratorio dental para que construyan el aparato. Con este proceso se dispone de los datos en 3d en cualquier momento y sin necesidad de tomar más medidas.
Con estos datos, el dentista puede valorar el caso y estimar la duración del tratamiento.
¿Cuánto Tiempo Dura el Tratamiento de Ortodoncia?
Es complicado definir con exactitud cuánto va a durar el tratamiento de ortodoncia. Cada paciente es diferente e intervienen muchos factores como el tipo de problema, la gravedad del mismo, el tipo de ortodoncia seleccionada, etc.
Hay casos en los que la ortodoncia solo dura 1 año, y otros donde la duración supera los 2 años. Aun así, por norma general la media de los tratamientos de ortodoncia suele durar entre 18 y 24 meses.
Sea como sea, tu dentista te dirá la duración estimada para tu caso concreto desde el principio. Así podrás tenerlo en cuenta por si a lo largo de ese tiempo tienes algo especial como eventos, bodas, competiciones deportivas, viajes, etc.
Por ejemplo en las bodas, normalmente todos quieren estar guapos y no quieren ni ver las ortodoncias. Si es tu caso no te preocupes. Se lo puedes contar a tu dentista para que lo tenga en cuenta. Casi todos te dirán que pueden quitarte tu aparato de ortodoncia durante unos días. Así podrás disfrutar de la boda y después te lo volverán a colocar.
Aun así, debes avisar lo antes posible (si es al empezar el tratamiento mejor). Ya que puede haber algún impedimento y que sea poco aconsejable retirar el aparato en una fase concreta del tratamiento.
Tipos de Ortodoncia
No todos los tratamientos de ortodoncia son iguales. Podemos diferenciar dos modalidades de ortodoncia según el tipo de aparato:
- Ortodoncia removible: En este tipo de ortodoncia el aparato puede ser retirado en cualquier momento si así se desea. También se llama ortodoncia sin brackets. Tienen la gran ventaja de que pueden retirarse, lo que permite mantener la higiene bucal de forma mucho más cómoda.
- Ortodoncia fija: Es la ortodoncia más habitual. El aparato permanece pegado a la superficie de los dientes de forma fija mediante resinas especiales. Generalmente son brackets que se adhieren a los dientes y se conectan entre sí mediante un arco metálico que los tensa y ejerce fuerza para ir enderezando poco a poco la dentadura.
Una vez especificada esta diferencia llega la siguiente pregunta, ¿Qué tipo de ortodoncia me conviene? Realmente esto dependerá de cada paciente en particular. Aunque el dentista le ayudará a decidir atendiendo a las necesidades de su caso. Veamos los tipos de ortodoncias principales que existen actualmente en el mercado:
- Ortodoncia con Brackets Metálicos o convencionales: Es la ortodoncia tradicional que hemos visto toda la vida en los niños principalmente. El aparato es muy visible y queda a la vista en todo momento. No busca ningún tipo de disimulo estético y se centra en la funcionalidad del tratamiento.
- Ortodoncia Autoligable: Se trata de una modalidad de ortodoncia que utiliza brackets que no necesitan ligaduras externas como los convencionales (las clásicas gomas) sino que por su diseño quedan ligados al arco metálico de forma más eficaz y por sí solos. Por eso se conoce como ortodoncia autoligable.
- Ortodoncia de Zafiro: Se trata de un tipo de ortodoncia mediante brackets que sí buscan mejorar la estética del paciente durante el tratamiento. Los brackets de zafiro, también llamados brackets transparentes, se disimulan muy bien y se mimetizan perfectamente con el color de los dientes. Una vez puestos, prácticamente sólo se ve a simple vista la línea metálica (el arco) que une los brackets. Esto que supone un gran avance estético.
- Ortodoncia Cerámica: Es una ortodoncia que utiliza brackets de porcelana o cerámicos. Son unos brackets considerados estéticos por ser blancos y quedar mejor que los de metal. Es una buena alternativa al zafiro con respecto al precio, pero al mismo tiempo es menos resistente.
- Ortodoncia Invisible (Invisalign): Es un tipo de ortodoncia removible que usa férulas transparentes (unos moldes que se colocan en los dientes). Una vez colocadas, las férulas no se nota a simple vista y van corrigiendo la desalineación dentaria poco a poco.
- Ortodoncia Lingual: Es el tipo de ortodoncia más estético del mercado y utiliza brackets linguales. Su ventaja es que los brackets se colocan en la cara interna de los dientes, en lugar de la externa. Por ello, la ortodoncia lingual no necesita disimularse, ya que simplemente no se ve en ningún momento.
Todas estas clases de ortodoncias pueden tratar la mayoría de los problemas. La elección se hace atendiendo más a una cuestión de comodidad y estética del paciente. A continuación tienes información detallada sobre los precios de los tratamientos más utilizados del mercado y de qué dependen.